Comencé ya hace bastante tiempo en esto de la imaginación creativa y la Sugestión espiritual inducida,  en verdad hoy día puedo decir que he tenido una vida fructífera en ese sentido. Siempre recuerdo  el comienzo, no todo pero lo esencial.

Una de las técnicas usadas en la antiguedad, en Egipto, bajo el templo de Abidos y más tarde en las Piramides, consistía en lograr un estado meditativo gracias a posturas distendidas y sonidos -frecuencias- especialmente diseñados para activar los centros de energía. Se lograba conseguir un estado de consciencia que servía para recordar y traer a la superficie experiencias vividas, también se lograba acceder a registros del universo, de "la biblioteca viviente". Muchas otras culturas también han explorado el asunto, otro ejemplo lo tenemos dentro de los santuarios y templos budistas. 

 

Hoy, cuando hablamos de sugestión inducida muchas personas tienen  tendencia a asociarla  a la hipnosis y, aunque en cierta manera muchos terapeutas toman aspectos interesantes de la misma para llevar las personas a estados profundos, se debe entender que en nuestro concepto de sugestión espiritual inducida se lo debemos a la introspección. 

 

El principio se basa en la seguridad de que cada persona es una partícula del Ser individual y  consciente, cada uno forma una parte de algo mayor sin perder su individualidad. A través de la concentración personal y de las palabras inductoras del terapeuta la persona logra sin  sentirse apremiada acceder a sus registros, a su memoria ancestral y recorrer instantes de otros momentos de su vida. La respiración juega un papel importante en el proceso, al igual que la buena escogencia de "ritmo y  frecuencia". A veces se coloca música que cohayube a la concentración. 

 

Por lo tanto la sugestión indica sugerir, ayudar a seguir un camino en vías de crear  enlaces con el recuerdo vivencial. En las piramides el iniciado se sentaba o se acostaba en una postura cómoda, respiraba y gracias al conocimiento adquirido (la enseñanza) y el uso de sonidos lograba ver su real existencia, su todo. Como se dijo en otro aparte la vida es continuidad, realmente no hay corte, aunque sea cierto que si hay instantes de reposo o de revisión a lo largo del camino.  Las vivencias anteriores, "vidas pasadas", las experiencias actuales incluyendo la niñez, son una sola vía propia muy personal. No solo se puede a través de esta técnica penetrar y entender la dimensión temporal propia sino resolver asuntos traumáticos a nuestra actual experiencia: a mi manera de ver,  el secreto radica en el deseo de transformación de una persona,   en querer modificar alguna perspectiva de lo vivido si  considera realmente que lo amerita...

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Jafra Upuat (Julio Sanchez)